Steampunk: El mensajero alado
Al principio, y para sorpresa de todos, el empleo de
pterodáctilos fue un completo fracaso. Eran menos propensos a enfermedades que los
grifos que, a fin de cuentas, siempre habían sido un pastiche entre dos especies,
más impresionantes que prácticos. También eran veloces y resistentes, y un blanco difícil
para los aviones.
Las alas, en cambio, resultaron un problema en el que nadie
había pensado. Dieron por hecho que los jinetes de los grifos dominarían sin
problema sus nuevas monturas, e hicieron falta un alto número de miembros
fracturados para que asumieran que el movimiento era por completo diferente en un
león con alas de águila, que en un animal extinto que parecía el hijo enfadado
de un murciélago y un cocodrilo.
Para cuando el alto mando decidió actuar al respecto, ya se
había lesionado casi la mitad de la plantilla de mensajeros. La guerra estaba
avanzada y el enemigo había sacado provecho de esta desventaja.
Y entonces apareció Riley y todo cambió.
Este me gusta mucho, sobre todo la explicación de las monturas y las alas. Además, los accesorios del pterodáctilo son geniales.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! No te creas, tuve que darle un par de vueltas a como sujetar la silla para que fuera práctica. Creo de de ahí salió la idea del texto...
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