El espantapájaros
"No querrás ser siempre un trozo de madera, ¿eh, Capitán?" me preguntó ella.
No sé por qué me llamaba capitán. Se había traído "Los cañones de Navarone" y puede que confundiera mi abrigo con una casaca de uniforme. pero tenía razón: si no lees, los sueños se te quedan pequeños en seguida y, sin sueños, no puedes crecer. Sólo te haces más viejo, como estas cosas que tengo colgadas.
Las mañanas son algo aburridas pero, por las tardes, la veo llegar desde lejos, con el pelo rubio de tanto sol y la bolsa con el libro y la merienda. Se sienta cerca y leemos. Ahora estamos con "La isla del tesoro", así que sigo siendo un capitán. Ella lee más deprisa, pero la voy pillando. No voy a ser un trozo de madera toda la vida.
(Ilustración y texto de Esperanza Peinado)
Hopper conoce al Predicador
Edward Hopper es uno de mis pintores preferidos, en gran
parte por esa cualidad narrativa de sus cuadros. Hacen que te preguntes qué
historia encierran, qué piensan los personajes, cómo han llegado allí. En esta
versión de Nighthawks, Garth Ennis se
ha encargado de resolver todas esas dudas. Seguro que más de uno ya sabe que el
hombre de espaldas se llama Cassidy, que llegó a Estados unidos en 1918 (aunque
se conserva bien) y es, a la vez, despreciable y carismático. Que el del
alzacuellos es Jesse Custer, de Texas, y busca a Dios para ajustar cuentas, y
la dama de al lado se llama Tulip O´Hare, es vegetariana y lleva en el bolso
una automática del 44 (porque con una pistola de calibre 50 te caen más años de
cárcel). Incluso sabrán la historia del camarero. A los que aún no lo sabíais, os recomiendo los cómics: “Predicador”.
En realidad, apenas hay nada originalmente mío en esta
viñeta. La composición es, evidentemente, de Hopper, y he intentado acercarme
lo más posible al estilo de Steve Dillon (el dibujante), hasta el punto de que
dos de los personajes están sacados de dibujos suyos casi línea por línea. Ni
siquiera se me ocurrió a mí: hace poco, un buen amigo me comentó que le
gustaría tener algo así, así que esto ha sido un regalo para él. Feliz
cumpleaños, Juan.
(Dibujo y color de Esperanza Peinado)
Ella lleva la noche en el pecho
En realidad, para cuando dibujé esto, lo que sonaba era "Mein herz brennt" (Mi corazón arde), de Rammstein, y no "Nebel", que es la canción de la que procede el título, pero fue esa frase tan potente la que me hizo buscar papel y tinta. Sugiere dolor, incluso muerte y, sin embargo, es innegablemente hermosa. El dibujo no está a la altura, pero me amenizó un rato la tarde del martes.
Steampunk: El mensajero alado
Al principio, y para sorpresa de todos, el empleo de
pterodáctilos fue un completo fracaso. Eran menos propensos a enfermedades que los
grifos que, a fin de cuentas, siempre habían sido un pastiche entre dos especies,
más impresionantes que prácticos. También eran veloces y resistentes, y un blanco difícil
para los aviones.
Las alas, en cambio, resultaron un problema en el que nadie
había pensado. Dieron por hecho que los jinetes de los grifos dominarían sin
problema sus nuevas monturas, e hicieron falta un alto número de miembros
fracturados para que asumieran que el movimiento era por completo diferente en un
león con alas de águila, que en un animal extinto que parecía el hijo enfadado
de un murciélago y un cocodrilo.
Para cuando el alto mando decidió actuar al respecto, ya se
había lesionado casi la mitad de la plantilla de mensajeros. La guerra estaba
avanzada y el enemigo había sacado provecho de esta desventaja.
Y entonces apareció Riley y todo cambió.
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