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Asombrada por vivir sólo una historia, decidí probarlas todas, una a una. También escribo y dibujo.

sábado, 29 de marzo de 2014

Proyecto 10 Negritos: William Blore

(Este post forma parte de una serie de comentarios sobre las ilustraciones que he realizado para el juego 10 Negritos, de la editorial Peká , en el que intento hablar un poco sobre los personajes SIN realizar spoilers de la novela de Agatha Christie. Y deberíais valorarlo, porque no es tan fácil como parece)


Asumámoslo: los bigotes no están de moda.  Movember aparte, sólo unos pocos valientes se atreven a dejárselo sin darle el respaldo de una hermosa barba. Sin embargo, en 1939 eran mucho más frecuentes, así que a alguno de los personajes del juego, preferiblemente masculino, le tocaba llevarlo también. William Blore, de hecho, no tenía escapatoria, es uno de los pocos datos concretos que Christie da sobre el aspecto de sus personajes: tiene los ojos grises y un bigote corto. Y el primer modelo atractivo, de edad media, engominado y con bigote corto que se me vino a la mente fue Clark Gable. Me inspiré en él para el primer boceto.





William Blore parte con cierta ventaja en la historia. Es que único que ha podido prepararse un poco de antemano, aunque aparentemente ni se imagina la que se le viene encima. Visitó de niño la Isla del Negro, tiene formación y experiencia como policía y una lista con nombres y datos de los otros invitados. Según explica, ha sido contratado como detective para vigilar durante la reunión las joyas de la dueña de la casa. Sin embargo, lo que hace con esa ventaja a lo largo de la novela es bastante cuestionable, así que pensé que estaba siendo demasiado benevolente y alteré el parecido. También le añadí un sombrero, porque un detective privado sin sombrero no iba a ninguna parte.


De todos modos, lo interesante de este juego es que la historia cambia en cada partida. En el futuro, habrá que darle a William Blore el beneficio de la duda.




(Si quieres saber más de los otros personajes,  he hablado también de la Isla, del Doctor Armstrong, y del millonario Tony Marston).

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miércoles, 19 de marzo de 2014

Pausa para un café

Me encanta dibujar. Y me encantan los nuevos proyectos, tanto en su origen, cuando estás pensando por dónde vas a tirar y absolutamente todo es posible, como cuando van tomando forma y apenas se parecen a la primera idea, como al final, cuando van estando preparados para marchar por sí mismos.

El problema es que, a veces, sólo puedo enseñároslos en esa última fase, pero el tiempo que les dedico se lo quito a otros dibujos más personales y más libres de aparecer aquí. Sin embargo, una de las cosas con las que estoy liada ahora es con el nuevo diseño de mi página web y, como es sólo mía y me da la gana, sí que puedo ir compartir ahora con vosotros algunos de los dibujos que integrarán el marco cuando esté acabada. Como mi taza de café, a la que tanto le debo.


(La cita completa que aparece en el dibujo es: "Quisiera que el tiempo fuera estático y el café infinito. Sobretodo esos primeros minutos de la mañana en que uno confunde los sueños con la realidad y todo puede ser posible. Quisiera extender ese tiempo y esa sensación, que mi taza no se vaciara." 
No estoy segura por completo de la autoría, por lo que agradecería cualquier ayuda o confirmación, pero creo que proviene del blog de Tramontana. Me parece bellísima)

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