Rincones de piedra
He estado unos días perdida en ninguna parte, un pequeño pueblo de piedra y pizarra habitado por gatos gigantes que probablemente se hayan comido a los anteriores habitantes, pero que toleraban mi presencia con generosidad. Ser la única persona que pasea por las calles de un sitio así te deja mucho silencio para tí sola, mucho espacio para pensar y rincones para sentarte a dibujar y tiene, además, la ventaja de que no chocas con nadie cuando vas con el paraguas.
Ahora que estoy de vuelta, me parece que la lluvia suena diferente.
¡¡Un lujo muy bien aprovechado!! Disfrutar de tu propia compañía es algo para lo que todo el mundo no está preparado.
ResponderEliminarPreciosos dibujos.
Bueno, hay algunos lugares que parece que hacen compañía por sí mismos (con el mar me pasa también)... y si, son un lujo ^^. ¡Muchas gracias!
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