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Asombrada por vivir sólo una historia, decidí probarlas todas, una a una. También escribo y dibujo.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Steampunk: fantasmas victorianos



Repaso las notas del profesor Sheffield intentando averiguar dónde está el problema, pero no encuentro la clave y, obviamente, ya no me es posible preguntarle a él. Cuento con aproximadamente 300 páginas (tres cuadernos) de cálculos minuciosos, varios pliegos de planos muy detallados e incluso una maqueta realizada por el propio profesor Sheffield. Incluso tuvo la amabilidad de venir a morirse exactamente sobre el  pentagrama donde debíamos construir la máquina, para conseguir la mayor precisión posible. Todos los que nos encontrábamos esa noche en el teatro sabemos hasta qué punto esto último fue inoportuno para él.

Y sin embargo, cuando hemos puesto la máquina en funcionamiento, sólo ha aparecido esta niña desconcertante, en absoluto cualificada para dar un informe científico completo de los otros planos de existencia. No hace más que cantar y jugar a la rayuela y, a veces, se trae una muñeca.

De modo que no sé qué hacer. Rusell propone estúpidamente desconectar la máquina y volver a conectarla. Esto no nos conduce a ninguna parte.

(Ilustración de Esperanza Peinado Plaza)

2 comentarios :

  1. ¡Me encanta! tiene un punto entrañable y desconcertante... una mezcla muy curiosa. Y el guiño a la solución de "apagar y encender" le pone un toque de humor muy actual. Todos tus post me gustan mucho, pero este especialmente :)

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  2. ¡Muchas gracias! La verdad es que, mientras dibujaba, tenía una historia bastante más inquietante en mente pero, al empezar a escribir...

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